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Todo lo que nos rodea está lleno de tornillos. Más grandes, más pequeños, de un material o de otro. se convierten en nuestros principales aliados cuando planteamos cualquier proyecto de bricolaje o reforma, tanto a nivel profesional como individual. Por eso debemos darle la importancia que se merecen.

Las diferencias de los tornillos vienen dadas por las partes que tienen: cabeza (parte superior sobre la que apoyamos la llave o el destornillador), vástago (parte alargada del tornillo compuesta por caña y rosca), punta (que encontramos al final del vástago) y paso (la distancia que hay entre los diferentes hilos de la rosca).

Ahora es momento de seguir sabiendo cosas de los tornillos. Por eso, desde el blog de Abaco Suytec te explicamos los diferentes tipos que existen según su material y su cabeza. ¡Sigue leyendo!

Cómo son los tipos de tornillos según su propio material

Según el material del que estén hechos, los tornillos serán más o menos adecuados para unir diferentes superficies. Por eso te vamos a explicar los tres más destacados, los que más se usan y para que lugares son más apropiados:

- Tornillos de acero con acabado bicromatado o cincado: son de los más comunes que podemos encontrar en cualquier ferretería. Lo mejor de todo es que son resistentes a la corrosión moderada, por lo que resultan adecuados para su uso en interiores.

- Tornillos de acero inoxidable: son la mejor elección para trabajos que van a estar al aire libre y, sobre todo, en zonas de costa. Este material soporta cualquier condición de temperatura y humedad y no se van a deteriorar, aunque estén en la intemperie. Tampoco se oxidan, por eso son perfectos para exteriores.

- Tornillos de latón:  son muy resistentes y cuentan con un acabado bastante más estético que los anteriores. Se suelen emplear en proyectos que van a quedar a la vista porque son más decorativos. Es posible que sean la mejor opción para trabajos de interior hecho en madera.