CALDERIN VERTICAL 500 LTRS 11B CEVIK CA-LT500CE

El calderín vertical de 500 litros a 11 bar es un depósito de alta capacidad diseñado para el almacenamiento y manejo de aire comprimido en diversas aplicaciones industriales.
Fabricado con técnicas avanzadas, el calderín está sometido a pruebas rigurosas y pintado a 200º C con polvos epoxi, garantizando una resistencia superior a la corrosión y una durabilidad excepcional.
Este modelo incluye componentes esenciales como una válvula de seguridad para prevenir la sobre-presión, un manómetro para monitorear la presión interna, una llave de salida de aire que permite un control fácil y preciso, y una llave de purga para eliminar la condensación acumulada, lo cual es crucial para mantener la calidad del aire.
Además, ofrece la opción de añadir una válvula automática de descarga de condensación para facilitar el mantenimiento y mejorar la funcionalidad.

Calderín de 500lt vertical. El calderín está testado y pintado a 200º C con polvos epoxi realizado en instalaciones totalmente automáticas. El depósito vertical viene compuesto de las siguientes partes.
• Depósito.
• Válvula de seguridad.
• Manómetro.
• Llave de salida de aire.
• Llave de purga de la condensación.
Posibilidad de incluir una válvula automática de descarga de condensación.

Recomendaciones de Uso
Verificar regularmente el manómetro para asegurarse de que la presión se mantiene dentro de los límites seguros.
Utilizar la llave de purga regularmente para eliminar la condensación y evitar la corrosión interna.
Asegurarse de que la válvula de seguridad esté funcionando correctamente para evitar sobrepresiones.
Instalar el calderín en un área accesible para facilitar inspecciones y mantenimiento.
Consultar y adherirse a las normativas locales e industriales en cuanto a la instalación y uso de equipos de aire comprimido.

Recomendaciones de Mantenimiento
Revisar y limpiar las válvulas periódicamente para garantizar su buen funcionamiento y evitar obstrucciones.
Inspeccionar la pintura y el revestimiento epoxi anualmente para detectar signos de desgaste o daño, aplicando retoques si es necesario.
Programar inspecciones profesionales del calderín al menos una vez al año para garantizar que todos los componentes funcionen correctamente y de manera segura.