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Seguimos descubriendo un poco más de los utensilios, productos y artículos que podemos encontrar en nuestras reformas y son útiles para los profesionales de este sector. Hoy nos centramos en las herramientas abrasivas que se llaman así porque tienen la finalidad de actuar sobre otros materiales para cortarlos, pulirlos, lijarlos o desbastarlos.

Estas herramientas abrasivas son muy comunes en carpintería, construcción, industria mecánica… donde la lija es la más conocida de todas. Sin embargo, existen diferentes tipos de abrasivos dependiendo del uso que vayamos a darles. Desde el blog de Abaco Suytec queremos darte a conocer los dos tipos de abrasivos que existen: naturales y artificiales. ¿te animas a descubrirlos?

Herramientas abrasivas naturales y artificiales

Los abrasivos naturales se extraen de la naturaleza, como su propio nombre indica. Se emplean en cambios físicos o químicos. No se recomienda su uso en bruto ya que pueden dejar impurezas. Se pueden diferenciar diferentes productos como:

- Cuarzo: conocido como arena silícea es el material más barato. Uno de los más utilizados a la hora de fabricar herramientas de corte por abrasión

- Esmeril: compuesta por óxido de aluminio y otros elementos.

- Granate: conocido como almandita. Con ella se consigue un polvo usado para crear herramientas para corte

- Diamante: considerado como el material más duro que se conoce. Se utiliza para crear herramientas de abrasión potentes.

Los abrasivos artificiales son fabricados a partir de diferentes materiales primas mezcladas con reactivos o químicos. Se emplean para funciones de desbaste, rectificado, afilado o pulido: Se pueden diferenciar diferentes productos como:

- Óxido de Aluminio: uno de los más utilizados para este tipo de herramientas que se suele usar sobre materiales blandos. Es un material fuerte y muy duradero.

- Carburo de Silicio: es una mezcla de arena de sílice, sal, serrín y residuos de petróleo. Se emplea para acabados finos sobre materiales duros, como la piedra.

- Nitruro de boro cúbico: se consigue cuando se somete el nitruro de boro hexagonal a altas temperaturas y presiones. Tiene una gran dureza y una buena estabilidad al calor.

- Diamante sintético: a diferencia del diamante natural, no puede utilizarse en trabajos con aleaciones ferrosas a altas velocidades.