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Posiblemente no hayas prestado nunca atención a tu alrededor, pero… estás rodeado de tornillos. Son pequeños y parecen insignificantes, pero son imprescindibles para ensamblar todo tipo de objetos. Valen para los muebles, para la cocina, para las sillas del salón, el reloj de mesilla o el que llevas en la muñeca. Pero también otros de gran tamaño para túneles y carreteras.

Es posible que, si desapareciesen los tornillos de las ferreterías de hoy en día, regresaríamos al pasado de una manera automática. Porque casi todo lo que vemos a nuestro alrededor se ayuda de los tornillos para unirse.

¿Alguna vez te has preguntado cuál es la historia de los tornillos? Desde el blog de Abaco Suytec queremos acercarte un poco más a este elemento fundamental en nuestro trabajo tanto en reformas caseras como trabajos profesionales.

Conoce un poco más de la historia de los tornillos

Tenemos que remontarnos más de dos siglos para encontrar el origen del primer tornillo. Es invención de Arquitas de Tarento (430 – 360 C.), conocido también por inventar la polea. Aunque se le atribuye su creación, lo cierto es que algunos expertos se remontar hasta los egipcios en fechas anteriores al inventor griego. Sería Arquímedes (287 – 212 a. C.) quien usaría el primer tornillo sinfín para elevar agua.

Es posible que durante la baja Edad Media ya se usaban tornillos de metal, pero también vimos los tornillos de madera. De hecho, durante la guerra del renacimiento fueron los más empelados. En esta época los tornillos y las tuercas se producían de forma artesanal, realizadas para un uso muy determinado. No fue hasta las Revolución Industrial cuando comenzaron a fabricarse en serie.

El primer intento de estandarizar la producción de tornillos fue en el año 1841, y su artífice se llamaba Joseph Whitworth. De esta forma y por primera vez en la historia, adquieren un paso de rosca universal y se convierte en objetos más precisos y efectivos. Mucho más similares a los que tenemos hoy en cualquier tienda. Sería en el año 1864 cuando William Sellers hizo lo propio en Estados Unidos y no sería hasta 1946 que se impondrían la Normalización ISO, de validez casi universal, y la Norma SAE en el mismo país.

Y tú, ¿conocías la historia de los tornillos?